Una semana de vivencia fraterna
Nuevamente tuve la oportunidad de vivir una semana en comunidad con los hermanos del Sagrado Corazón en Villa General Belgrano, Córdoba. Al igual que la primera vez, siempre es una experiencia intensa y transformadora que me lleva a reflexionar sobre la propia vida y mi relación con los demás.
Desde el momento en que llegué, los hermanos me hicieron sentir como en casa. Me recibieron con los brazos abiertos y me mostraron una gran hospitalidad. Me sentí bienvenido y acogido en todo momento, siempre se vive ese ambiente de fraternidad y solidaridad que se siente cuando uno está en familia. Durante la semana estuvimos, participando en diversas actividades junto a los hermanos y la comunidad, paseos, almuerzos, cenas, momentos de oración.
En lo que respecta a lo espiritual, comenzábamos el día con una oración en común, Laudes, luego teníamos unos ejercicios de reflexión y meditación, Rosario y Vísperas, lo que me permitió conectar con mi espiritualidad y encontrar un sentido más profundo en mi vida. Por otro lado, los momentos de reflexión y diálogo en grupo me permitieron profundizar en mi propia experiencia y conectar con los demás en un nivel más profundo. En estas sesiones compartimos nuestras inquietudes y experiencias, lo que nos permitió conocernos y comprendernos mejor.
También tuvimos tiempo para pasear y disfrutar de la belleza natural de Villa General Belgrano. Este año con una actividad particular: junto al Hermano Mario Stempel fuimos al cerro Champaqui, una experiencia única para vivir en comunidad. Subir en grupo es una oportunidad para aprender a trabajar juntos, a apoyarnos mutuamente y a valorar la diversidad de habilidades y personalidad que cada uno aporta; es una muestra de cómo la fraternidad y la comunidad pueden enriquecer nuestra vida.
Durante mi estancia en la comunidad, aprendí mucho sobre la importancia de la vida en común y la fraternidad. Me di cuenta de que, en nuestra sociedad actual, tendemos a valorar la independencia y la autosuficiencia y nos olvidamos de la importancia de la ayuda mutua y del apoyo que podemos encontrar en la comunidad. También aprendí sobre la importancia de la espiritualidad en mi vida y cómo puede ayudarme a encontrar un sentido más profundo y significativo en todo lo que hago, Dios es amor y es quien da sentido a nuestra vida.
En resumen, mi experiencia viviendo en comunidad con los Hermanos del Sagrado Corazón en Villa General Belgrano, Córdoba, fue una oportunidad única para conectar conmigo mismo, con los demás y con Dios. Fue una semana intensa y transformadora que me llevó a reflexionar sobre mi vida y mi relación con los demás, y que dejó una huella profunda en mi corazón y en el de cada uno de los que participamos.
Thomás García
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