Reseña Biográfica | Hno.Pascual López sc
Fuentebella [Soria, España]. 19 de junio de 1936.
Vitoria-Gasteiz [Alaba, España]. 20 de diciembre de 2024.
El Hno. Pascual nació el 19 de junio de 1936 en Fuentebella, pequeño municipio de la Provincia de Soria, España. que hoy en día ya no existe como tal, pues a fines del siglo XX se unió al municipio de San Pedro Manrique debido a su escasa población.
Fue el sexto de los ocho hijos de Emiliano López y Pascuala Jiménez, de ellos solo la segunda, Aurora, fue mujer, mientras que todos los demás fueron varones.
Su familia está vinculada a la comunidad Corazonista de una manera muy especial, pues no solo él y su hermano Valeriano (el inmediatamente siguiente a Pascual siguieron la vocación de Hermano del Sagrado Corazón, sino que también lo hicieron sus sobrinos Juan José Pérez López y José Luis López Sanzol. Cuatro vocaciones Corazonistas nacidas del mismo tronco familiar. Visto esto, no pueden quedar dudas de la fe que se respiraba ni del espíritu de servicio y entrega que Emiliano y Pascuala transmitieron a sus hijos y nietos.
Aquellos años de su niñez y adolescencia fueron muy duros en España, pero la familia López Jiménez supo salir adelante poniendo a Dios como centro de sus vidas y confiándole a Él todos sus esfuerzos.
No es de extrañar entonces que, con casi catorce años, el 27 de mayo de 1950, Pascual ingresara al seminario menor Corazonista de Rentería, en España, donde permaneció dos años como aspirante.
Llegado el curso 1952-53 se trasladó a Alsasua, para realizar el postulantado y, seguidamente, el noviciado en el curso 1953-54, que concluyó con su primera profesión religiosa el 16 de julio de 1954.
De este modo, con dieciocho años (que en aquella época podía llegar a considerarse una edad un poco avanzada) le entregó su vida al Corazón de Jesús. Entrega que confirmó definitivamente el 10 de enero de 1960, con su profesión perpetua en Venado Tuerto, y que sostuvo fielmente por más de setenta años.
Al realizar la primera profesión y según la costumbre preconciliar, cambió su nombre al de "Hermano Modesto", pero rápidamente volvió a ser conocido por todos como Pascual tras el Concilio Vaticano ll, que revalorizó el nombre recibido en el bautismo. Parecía incluso molestarle cuando se le recordaba su antiguo nombre de profesión.… probablemente porque, en su modestia, le parecía poco modesto aquel impulso juvenil de ponerse Modesto como nombre.
A esta entrega total como consagrado, el Hno. Pascual sumó otra más: la de misionero. En 1956, cuando aún no había cumplido los veinte años, cruzaba en barco el océano Atlántico para llegar al puerto de Buenos Aires e integrarse a su primer destino en Argentina. Para tener una visión un poco más ordenada de su vida desde ese momento en adelante, podemos señalar cinco etapas diferentes.
La primera podríamos definirla como un tiempo de crecimiento como educador, un trayecto de veintitrés años, entre 1956 y 1978, en los que el Hno. Pascual tuvo muchos cambios de comunidad y de ocupación, pero cuyo eje fue el ir asumiendo cada vez mayores responsabilidades:
1956, maestro de Primaria en el colegio Sagrado Corazón de Lomas de Zamora.
1957 a 1959, maestro de Primaria en el colegio Manuel Belgrano de Temperley.
1960 y 1961, profesor de Secundaria en el colegio Sagrado Corazón de Venado Tuerto, al tiempo que era el encargado de los postulantes.
1962 a 1965, profesor en el colegio San Rafael de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
1966 a 1970, nuevamente en Venado Tuerto, el primer año como director del postulantado y los siguientes como director del escolasticado (la etapa formativa de los hermanos que recién acaban de hacer sus votos y que dura unos tres años).
1971 a 1976, rector del nivel Secundario del colegio Benito Nazar de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, al tiempo que superior de la comunidad.
1977 y 1978, los mismos dos cargos, pero en el colegio Manuel Belgrano de Temperley.
Al venir tan joven desde España, el Hno. Pascual no había tenido tiempo de completar allí sus estudios superiores y, como tantos otros hermanos, tuvo que aprender en la práctica, frente a los alumnos. Por eso en esta primera etapa también dedicó parte de su energía a obtener la titulación que su labor docente requería:
En 1961, durante su primera estadía en Venado Tuerto, obtuvo el título de Maestro Normal Nacional, otorgado por el Instituto Sagrado Corazón que funcionaba en nuestro colegio para los propios hermanos jóvenes y que dependía de la Escuela Normal de Pergamino.
En diciembre de 1969 pudo terminar de dar los exámenes y obtener el título de Profesor en Filosofía y Pedagogía, que había cursado en el Profesorado del Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC).
La segunda etapa puede definirse muy claramente por sus tres trienios como Superior Provincial y comprende los años de 1979 a 1987. Cabe señalar que eran tiempos difíciles en los que, entre nosotros, así como en la iglesia entera, se enfrentaban tendencias muy diferentes y marcadas. Tanto es así que, en los años anteriores, nuestra Provincia había tenido una forma de gobierno especial, ya que ninguno de los posibles candidatos había
querido asumir la responsabilidad de ser Provincial debido a las tensiones internas.
Pascual supo actuar con prudencia y acompasar los diferentes ritmos. Con él se normalizó el gobierno de la Provincia que, de ahí en más, no volvió a sufrir interrupciones. En aquellos tiempos difíciles fue un hombre de unidad y no de divisiones, de moderación y no de tensiones, de fraternidad y no de ideologías. Creo que eso siempre fue valorado entre los hermanos y le confirió un aura de respeto.
Durante los nueve años de este segundo período, aunque su sede estaba en el colegio Benito Nazar de Buenos Aires, su responsabilidad le llevó a recorrer todas las casas que la Provincia tenía en Argentina, en Uruguay y en España (casas de formación).
Al concluir su tiempo como Provincial, el Hno. Pascual tenía 51 años; es decir que aún estaba en condiciones de aportar mucho como educador, lo que nos lleva a la tercera etapa.
Ésta abarcó de 1988 a 2005, es decir dieciocho años, y se caracterizó por tareas de responsabilidad en la conducción de colegios y de comunidades de hermanos: fue superior local y rector del Secundario en el colegio Benito Nazar de Buenos Aires de 1988 a 1990 y en el Sagrado Corazón de Venado Tuerto de 1997 a 2005.
A fines de 2005, con 6ó9 años de edad, el Hno. Pascual se jubiló formalmente de la tarea colegial, pero no de su vocación de educador, que siguió desarrollando en los años siguientes, aunque de diferente manera.
La cuarta etapa la podríamos considerar como un "retiro activo", con responsabilidades menguantes, que comprende desde 2006 hasta junio de 2019, unos trece años y medio. En este período lo encontramos:
En 2006, en el Instituto presidente Errázuriz (IPE] en Santiago de Chile (tres años antes el Distrito de Chile se había unido a la Provincia Argentina para conformar la Provincia de América Austral). Allí fue superior de la comunidad religiosa.
En 2007 y 2008, en el colegio Sagrado Corazón de Lomas de Zamora, como superior de la comunidad y director general, cargo que podía ejercer siendo más bien una figura de referencia.
De 2009 a 2016, en el colegio Sagrado Corazón de Villa Gral. Belgrano, como superior y algunos años también administrador de la comunidad de hermanos.
De 2017 a 2019, en el colegio Benito Nazar de Buenos Aires, como miembro de la comunidad.
Dentro de este período de su vida cabe señalar un reconocimiento a su trayectoria como educador católico que, a pesar de su modestia, sabemos que le hizo muy feliz: en 2012 se le concedió el premio 'Divino Maestro" del Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC]. Lo recibió en una hermosa ceremonia celebrada en el Colegio Del Salvador de Buenos Aires, acompañado por varios hermanos de la Provincia, algunos antiguos hermanos y, especialmente, por su hermano Valeriano, que viajó desde España para estar presente en este significativo momento.
Finalmente, la quinta y última etapa comenzó, sin él saberlo, en junio de 2019. El miércoles 19 había celebrado su cumpleaños número 83 con su comunidad de Buenos Aires y el jueves 20 abordaba un avión, junto a los Hermanos Santos Ortiz y Fermín Díaz de Cerio, para ir a
España de visita a la familia. Y, aunque el regreso estaba programado para el siguiente 5 de agosto, ya no volvería más a la tierra que había sido su patria por los últimos sesenta y tres años: estando de viaje sufrió un grave problema de salud, una obstrucción intestinal, que hizo temer por su vida. Los hermanos de la Provincia de España le facilitaron toda clase de cuidados médicos y fraternos y, lentamente, se fue recuperando en la comunidad del colegio de La Mina, en Zaragoza.
Aunque el Hno. Pascual, una vez recuperado, manifestó su disponibilidad para regresar a Sudamérica si así se decidía, su fragilidad hizo pensar que un viaje tan largo no sería conveniente y se llegó al acuerdo de que permaneciera en España y se integrara a la comunidad 'La Senda" del colegio de Vitoria-Gasteiz; una comunidad para hermanos mayores o enfermos, preparada para que puedan recibir todas las atenciones necesarias. Allí pasó sus últimos cinco años de vida y fue feliz. Pronto se acostumbró a esta nueva comunidad, donde se llevaba bien con todos, asistía a la Eucaristía y a las oraciones diarias, salía a pasear por la ciudad, seguía atentamente las noticias de Argentina y Uruguay y no se olvidaba de mandar por WhatsApp algunos mensajes para agradecer las informaciones que le hacíamos llegar desde la Provincia de América Austral.
En mi caso personal, el último mensaje que recibí de él fue el 18 de marzo de 2024: un audio de noventa segundos en el que agradecía el envío de fotos del inicio del postulantado de un joven y felicitaba a la Provincia por este alegre hecho.
La mañana del viernes 20 de diciembre de 2024 se levantó con normalidad, con la ayuda de una auxiliar, pero al poco rato se sintió mal e, inmediatamente, se produjo el fallecimiento, sin tiempo para nada más. Durante los últimos días había llevado una vida absolutamente normal, saliendo de paseo y realizando las actividades cotidianas sin ningún contratiempo ni malestar.
En el momento de su Pascua final tenía 88 años y medio de vida, de los cuales había vivido consagrado a Dios como Hermano del Sagrado Corazón por 70 años y 5 meses.
El mismo día de su partida, el Hno. Francisco Javier Marquínez, Superior provincial de España, enviaba este mensaje en el que hacía una síntesis inmejorable: "El Hermano Pascual ha dejado entre nosotros una impronta de bondad, humildad y cortesía que ha sido un tesoro durante el tiempo que hemos podido compartir su vida".
Que nosotros podamos aprender de ese tesoro de bondad, humildad y cortesía y que nuestro Señor lo reciba a con los brazos abiertos y haga brillar para él la Luz que no tiene fin.
Descanse en paz.
Hno. Emilio Rodrigo se
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