Pascua Joven de Venado Tuerto

Desde el miércoles 26 al domingo 31 de marzo se realizó, como ya hace unos años, el retiro de Pascua Joven en Venado Tuerto. Si bien es un retiro que es abierto a toda la diócesis de Venado, se realiza es en nuestro colegio.

Pascua Joven es una oportunidad especial para poder acercarse y reconciliarse con Cristo, para acompañarlo, pero, sobre todo, para dejarse encontrar por Él; es un encuentro que transforma el corazón porque lo desborda de amor; también un espacio donde los jóvenes aprovechan para conocerse a sí mismos y para aprender a ser Iglesia.

Este año el lema bíblico que iluminó estos días fue “Jesús les dijo: ¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?” (Mt. 8, 26). Los jóvenes se sintieron identificados con los discípulos en la barca y durante esos días pudieron hacer suya esa parte del Evangelio, para que iluminé su vida hoy.

Cada año la Pascua se vive de forma distinta, ya que el misterio Pascual es dinámico, vivo y siempre tiene algo nuevo para decirnos en nuestras vidas. Este 2024 tuve nuevamente la oportunidad de poder compartir y servir en la Pascua Joven y, como cada año, me impresionó lo sorprendente del amor de Dios. Este año más en un rol de acompañante, que me hizo dar cuenta de la necesidad de escucha que tienen los jóvenes adolescentes hoy en día. Además de esa necesidad de escucha, también he percibido su búsqueda genuina de Dios; búsqueda que en la sociedad en la que vivimos se les hace cada día más difícil y cuesta arriba.

Pascua Joven no es solo un “evento” de jóvenes para pasar la Semana Santa. Son cinco días para fortalecer los lazos con Dios, para saberse amado y poder contagiar ese amor a los demás. Pero no termina allí, porque la propuesta es que todo lo vivido durante esos días pueda verse reflejado en lo cotidiano, renovados por el amor de Jesucristo resucitado. En palabras del Papa Francisco: “Todo cristiano, bautizado en agua y Espíritu Santo, es llamado a vivir como inmerso en una Pascua perenne y así vivir como resucitado. ¡No vivir como un muerto sino como resucitado! Este don no es sólo para nosotros, sino que está destinado a ser compartido con todos”.

Hno. Gastón Spahn