top of page

Nuestro logo y lema 2025


Como Provincia queremos participar del Jubileo ordinario convocado por el Papa Francisco. En su bula Spes non confundit (La esperanza no defrauda) del 9 de mayo pasado, leemos:


  • La esperanza efectivamente se funda en el amor que brota del Corazón de Jesús traspasado en la cruz (Nº3).


  • Este entretejido de esperanza y paciencia muestra claramente cómo la vida cristiana es un camino, que también necesita momentos fuertes para alimentar y robustecer la esperanza, compañera insustituible que permite vislumbrar la meta: el encuentro con el Señor Jesús (Nº 5).


  • También necesitan signos de esperanza aquellos que en sí mismos la representan: los jóvenes (Nº12).


  • En este Jubileo se conmemorará los 1.700 años de la celebración del primer gran Concilio ecuménico de Nicea. El Año jubilar podrá ser una oportunidad significativa para dar concreción a esta forma sinodal, que la comunidad cristiana advierte hoy como expresión cada vez más necesaria para corresponder mejor a la urgencia de la evangelización (Nº 17).


  • Necesitamos que “sobreabunde la esperanza” (cf. Rm 15,13) para testimoniar de manera creíble y atrayente la fe y el amor que llevamos en el corazón; para que la fe sea gozosa y la caridad entusiasta; para que cada uno sea capaz de dar aunque sea una sonrisa, un gesto de amistad, una mirada fraterna, una escucha sincera, un servicio gratuito, sabiendo que, en el Espíritu de Jesús, esto puede convertirse en una semilla fecunda de esperanza para quien lo recibe (Nº 18).


Por esto, el Consejo Provincial resolvió adoptar como nuestro lema y logo de 2025 la invitación a ser “peregrinos de la esperanza”. Así reafirmamos nuestra comunión con toda la Iglesia y damos valor a este acontecimiento en nuestras comunidades educativas. 


Podemos analizar el logotipo que se nos propone:


  • En primer lugar, vemos representadas cuatro figuras estilizadas para indicar la humanidad proveniente de los cuatro rincones de la tierra. Se abrazan para indicar la solidaridad y la hermandad que deben unir a los pueblos. Muestran cómo el camino del peregrino no es individual, sino comunitario.


  • La figura que abre la fila se aferra a la cruz: signo no sólo de la fe que abraza y de la esperanza que nunca se puede abandonar porque la necesitamos siempre, sobre todo en los momentos de mayor necesidad.


  • La cruz, a su vez, se inclina hacia la humanidad para encontrarla y no dejarla sola, ofreciendo la certeza de su presencia y la seguridad de la esperanza.


  • Las olas que hay debajo están agitadas para indicar que el peregrinaje de la vida no siempre se desarrolla en aguas tranquilas. A menudo los acontecimientos personales y sociales imponen, con mayor intensidad, una llamada a la esperanza.


  • Por eso, la parte inferior de la cruz se extiende y se transforma en un ancla que se impone al movimiento ondulatorio. El ancla se ha utilizado a menudo como metáfora de la esperanza. De hecho, el nombre que se le da en la jerga marítima al ancla de reserva, utilizada para realizar maniobras de emergencia para estabilizar el barco durante las tormentas, es “el ancla de la esperanza”.



SITIO WEB OFICIAL del Jubileo 2025

Comments


Publicaciones recientes
Archivo
Publicaciones destacadas
bottom of page