Nos llama por nuestro nombre

El fin de semana del 19 y 20 de agosto participamos varios jóvenes del retiro vocacional “Dios llama”, que se realizó en el Colegio Belgrano de Temperley. Nos acompañaron los Hermanos Gastón, Leonel y Javier; también nos acompañó Ignacio, un joven que está realizando una experiencia en la comunidad de los hermanos.

En un ambiente de naturaleza, rodeado de verde, de silencio y de paz realizamos nuestras primeras reflexiones individuales, para luego compartirlas en el grupo. Un grupo que desde el primer momento que nos saludamos ya nos sentíamos hermanos, esto mismo nos dio la posibilidad de poder abrir nuestro corazón y compartir entre nosotros nuestro peregrinar junto a Jesús.

Tuvimos varios momentos de reflexión, de realizar manualidades artísticas, de escuchar, de compartir, de celebrar la eucaristía y de orar. Muchas de ellas nos llevaban a preguntarnos: ¿Cuál es mi vocación?, ¿qué quiere Dios de mí?, ¿dónde le seré de más utilidad a Dios?

Con mucha atención escuchaba todos los testimonios de cómo Dios nos acompaña en este peregrinar que es la vida, en los buenos y malos momentos, de cómo Dios nos llama y nos sigue llamando a pesar de nuestras imperfecciones.

Jesús nos llama a madurar nuestra relación con Él, ¡nos llama por nuestro nombre! Que respondamos desde el lugar que nos toque con amor y caridad, para así ser Santos en nuestra vocación especifica.

Otros de los momentos que disfrutamos fueron las tertulias de sobremesa, donde nos acompañaban el resto de los hermanos que viven en la comunidad de Temperley y nos contaban sus testimonios y vivencias dentro de la comunidad. Esa aseveración de amor del Sagrado Corazón se reflejaba en sus palabras y sonrisas.

Todos estuvimos de acuerdo que estos encuentros nos ayudan a seguir caminando la vida, a encontrarnos con Jesús, a cuestionarnos, a retirarnos de nuestros deberes cotidianos para sumergirnos en el Sagrado Corazón de Jesús y experimentar una vez más su Amor.

Un fin de semana lleno del Espíritu Santo, donde pude conocer a varios jóvenes que viven el amor de Jesús en tu cotidianidad, siendo testigos y profetas del resucitado. Quiero agradecer a los Hermanos la invitación y la organización del encuentro en donde pudimos meditar nuestro proyecto de vida.

Leandro Lastra

Montevideo