Misión Cor Jesv – Venado Tuerto

Cerrar un ciclo de misión es una mezcla de gratitud, abundancia e incertidumbre. Murphy no iba a ser la excepción. “Gratitud” porque creemos firmemente que, en estos diez días, cada misionero logra atesorar el don de la fe, ver todo lo que con éste es capaz de hacer, sentir y vivir. “Abundancia”, ya que el pueblo entero hace que nuestro interior desborde de felicidad. La “incertidumbre” proviene de que, como seres humanos, no sabemos lo que va a suceder y es probable que, a partir de esta carencia de saber, aparezca el miedo de no haber entregado lo suficiente como para dejar la gran huella de amor de Jesús. Sin embargo, eso sólo lo sabe Él, a nosotros nos queda dejarlo en sus manos.

Esta misión 2025 estuvo constituida por días impensados, sobre todo para los nuevos misioneros, ninguno de nosotros va a olvidar la sensación de comenzar a formar parte de esta familia Corazonista. No hay dudas de que Jesús se hizo presente en cada uno y eso se reflejó en la espontaneidad, complicidad, compañerismo y escucha que se dieron en la convivencia.

Murphy nos dejó una huella muy grande, los niños, las familias, el pueblo entero nos afectó y atravesó, nos hizo vivir con toda el alma y renovar nuestras esperanzas. Sólo nos queda agradecer a Dios por tan grande bendición.

Florencia Bardón, Angelina Clerici y Vicente Frean