Mensaje del nuevo Superior Provincial
Quiero saludar a todos y expresarles mi gratitud por la acogida que han brindado al nuevo consejo provincial.
En esta nueva misión aspiro a poder hacerme cercano a cada hermano y a cada una de nuestras comunidades locales, así como a nuestros colaboradores en las obras educativas. Soy consciente de que tengo mucho que aprender, especialmente sobre el manejo de algunos asuntos concretos. ¿Tengo miedo frente al servicio que debo prestar? Confieso que me tranquiliza saber que puedo contar con valiosos hermanos en el consejo a quienes solicitaré sus aportes para la buena marcha de la provincia, al tiempo que sé que puedo recurrir a los hermanos de la administración saliente, hacia quienes tengo mucha admiración y respeto.
La idea central que tengo sobre mi servicio es claramente trabajar “en espíritu de equipo con los hermanos del consejo provincial” (RdV. 214) y así ser juntos “artífices de unidad que dan pruebas de respeto, confianza y cultivan una profunda actitud de escucha” (RdV. 213).
Probablemente por haber estado en el consejo general entiendo especialmente que nuestra provincia es una “división del Instituto” (RdV. 229) y, en cuanto tal, tiene un proyecto común acorde con nuestro carisma de fundación y posee un gran deseo de vivir un mismo ideal de comunión con DIOS, con TODOS nuestros hermanos del Instituto y con TODAS las personas en la misión compartida. No son ideas innovadoras, pero creo profundamente en estos conceptos de equipo, unidad, Instituto y comunión.
Por mi modo de ser y de concebir la vida consagrada, daré fuerza en mi primera animación a la escucha de cada uno y a la búsqueda de consenso entre las diferentes visiones que podemos tener, aunque esto me obligue a ir más lento en la ejecución de decisiones.
Y de parte de ustedes, ¿qué espero? Qué sean felices al vivir en comunidad fraterna. Tengo claro que el aspecto comunitario es fundamental para que nos identifiquemos, cada día, como hermanos de Cristo, hermanos de nuestros hermanos y hermanos de los chicos y chicas, como se suele decir.
Durante el retiro provincial tuve la oportunidad de agradecer al Hermano Javier Lázaro y al consejo saliente por sus dedicaciones en la animación y administración de la provincia. Mencionaba el gran aporte del Hermano Javier en estos años a la pastoral vocacional y a la formación espiritual de cada uno de nosotros. Pido una vez más que reconozcamos este servicio prestado.
Hno. Denis Plourde
Superior Provincial
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