Madre, maestra, amiga...
A Silvia García, Vicedirectora de Primaria de Venado Tuerto, en su despedida docente (26/02/21).
No se puede ser maestra sin tener alma de madre. No se puede ser tan madre que dejes de ser maestra. Hay dos lugares sagrados que permiten ambas cosas: un ambiente es la familia y el otro la escuela misma. Ser mujer les da ventaja para basar un hogar y caminar una escuela: eso es alumbramiento. Dar a luz arma un hogar; dar la luz arma una escuela. Para todo existe un libro, y es el libro de la vida. Que se alimenta de muchos y diversos otros libros. Pero que tienen su origen en el Libro del Amor. Dios lo puso en tu interior En abundante medida, para ser madre y maestra, para mostrarnos la vida. Ese libro se alimenta con incontables lecturas; fue cobijar con tal prenda ese mundo de ternura. Fuiste escribiendo tu historia paso a paso y con tesón. Acreciste el corazón, dilataste tu memoria. A la sombra de esa historia, nuestras vidas construimos -¡tantas letras escribimos…!- erigiendo vida propia. La escuela del Corazón es el Libro del Amor. Él fue quien te modeló, porque te quiso y te amó. Este capítulo cierra mas no se cierra en verdad, porque al ser maestra y madre te donaste en amistad. No dejarás de ser madre; No dejarás de enseñar; Es hora de celebrar: Amiga, maestra, madre.
Con todo afecto, Hno. Roberto De Luca
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