Encuentros con el personal directivo
En los meses de marzo y abril me dediqué mayormente a encontrarme con muchos directivos de nuestros centros educativos. Fueron reuniones llanas que me permitieron comprender la realidad de cada lugar, apreciar la vida que emana en cada persona y escuchar las preocupaciones de cada uno según sus responsabilidades en la conducción del colegio. No pude hacerme presente aun en todos los centros educativos por falta de tiempo, pero seguiré buscando espacio para reunirme con aquellos que faltan.
En cada colegio visitado se dio un dialogo abierto, sincero y natural. Aprecio mucho el compromiso de todos y el espíritu de equipo entre los distintos niveles. Es loable el afán por ofrecer una educación integral a los alumnos basada, de modo particular, en la pedagogía de la confianza. Hay buena disposición hacia la catequesis para los niños y jóvenes, así como para la formación en el carisma de los docentes. En todos los centros se realiza actividades para que los alumnos conozcan el Instituto y las figuras del Hno. Policarpo y del Padre Andrés Coindre. Se respira un aire de familia. Es notable el aprecio y respeto por los hermanos de la comunidad local o la añoranza de su presencia física. Creo que no les estoy contando nada nuevo, pero es bueno volver a reconocerlo.
También compartimos con los directivos sus preocupaciones, tales como los cambios inevitables de personal debido a las jubilaciones, la necesidad de proseguir la formación en el carisma de los nuevos integrantes, el incremento de las solicitudes de becas por la situación económica de las familias, la necesidad de trabajar aún más en una visión compartida y dialogada entre la dirección del colegio y los hermanos, la falta de interés de las familias por inscribir a sus hijos en el turno de la tarde, la necesidad de nuevos espacios o el mantenimiento adecuado de los que existen, las inquietudes sobre cómo presentar mejor al colegio y atraer nuevos alumnos, etc.
Además, la presencia de uno o dos miembros del Consejo provincial durante algunas de estas visitas me animó a sentirme acompañado y en “plena comunión”, tal como describe la Regla de Vida en su artículo 214.
Para mí fue una oportunidad importante para seguir conociendo la realidad de la Provincia y creo que también fue una experiencia apreciada en los lugares donde pudimos hacerla.
Hno. Denis Plourde
Superior provincial
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