Convivencia vocacional: enviados a dar vida
“Enviados a dar vida” es el lema Corazonista del año 2023 y fue parte importante durante nuestra semana de convivencia con los hermanos en Villa Gral. Belgrano. Durante los cinco días pudimos tocar varios temas relacionados a la vida en fraternidad y nuestra vida daría con el prójimo, haciendo hincapié en dos temas: la misión y la vocación.
Desde el día en que llegué ya se sintió ese clima fraterno y de calidad que tanto caracteriza a la comunidad. Este año tuvimos el placer de ser bastantes, lo que permitió que la vida comunitaria fuera más enriquecedora para todos. Si bien todos los días se encontraban planeados y tenían horarios, lo que marcaba la diferencia eran las actividades y los momentos en los que salíamos juntos a los paseos.
Levantarnos para rezar laudes fue una de las partes que me costó más, pero, al mismo tiempo, de las que me enriqueció más. Estar rezando en comunidad y saber que, en muchas otras partes del mundo, había otras personas que estaban rezando lo mismo que nosotros, me hizo sentir a toda la Iglesia como una sola comunidad. Al termino de laudes, compartíamos la misa y en ella podíamos recibir la eucaristía todas las mañanas, lo que nos daba el impulso que necesitábamos para el resto del día.
Las actividades de la mañana fueron, para mí, los momentos más enriquecedores. En ellas aprendí muchas cosas nuevas y también empecé a ver otras desde un lugar más fraterno y de comunidad. Como mencioné, los temas centrales fueron la misión y la vocación y, gracias a esto, entendí que una cosa no puede ser sin la otra: la misión supone dejarnos de lado para servir a un bien mayor, y la vocación nos permite descubrir desde qué lado Dios quiere que llevemos a cabo esa misión.
Por la tarde rezábamos las vísperas y previamente realizábamos el examen del día, algo que, si bien es habitual en las convivencias, tenemos que tener en cuenta todos los días para agradecer a Dios todas las oportunidades que nos brinda y descubrir lo afortunados que somos en tenerlas.
Los paseos también brindaron un espacio de convivencia fraterna. Si bien eran distendidos, también incluíamos momentos de oración en los que rezábamos el “rosario del Sagrado Corazón”, lo que hacía que no se perdiera el eje central.
Todos los que estuvimos esa semana, llegamos a la conclusión de que fraternidad, redescubrimiento, encuentro, crecimiento, cercanía, comunión y amistad fueron las palabras que caracterizaron esta convivencia. Sólo queda dar las gracias a los Hermanos Lázaro, Gastón, Mario S. y Leonel por habernos brindado su ayuda, acompañamiento y escucha todos estos días.
“Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación” (Mc 16, 15), es una cita que pudimos compartir esta semana y nos deja en claro que fuimos y somos “Enviados a dar vida”
David Álvarez, exalumno de Venado Tuerto
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