Así viví el Encuentro Pedagógico
El pasado viernes 22 de octubre, todos los docentes y Hermanos de la Provincia de América Austral nos encontramos virtualmente para participar del Encuentro Pedagógico del Bicentenario: “Educación Corazonista: un Telar de Esperanza”.
Comenzamos la jornada con un momento de oración a cargo del Hno. Daniel Impellizzieri, del colegio Sagrado Corazón de Lomas de Zamora. A través de una lectura del Evangelio, en la que escuchamos sobre la mirada amorosa de Jesús a Zaqueo, nos invitó a recordar y a pensar en esas personas que nos impulsaron y confiaron en cada uno de nosotros, ayudándonos también a sanar heridas. El “corazón”, mi corazón, que desde el comienzo se preparaba para compartir, empezó a palpitar un sentido de comunión (común-unión).
Luego, llegó el turno del saludo del Hno. Provincial, Javier Lázaro, quien nos animó a perseverar en nuestra tarea docente, experimentando el amor de Dios a través de las vivencias diarias y de las personas que nos rodean.
A continuación, desde el colegio Benito Nazar, el Padre Guillermo Carmona, invitado especialmente para esta ocasión, reflexionó sobre el significado de ser “docente católico”, cuyo maestro y ejemplo es Jesucristo. Nos instó a mantener una coherencia de vida, actitud de servicio, capacitarnos, promover la unión, ser creativos, tener autocrítica y ser instrumento. Además, la parábola del buen samaritano, que con tanta humildad y profundidad analizó, nos permitió comprender la necesidad de acercarnos, curar heridas, adoptar al otro y volver para estar con él.
Mi llama Corazonista se potenciaba cada vez más, pero el encuentro no terminaba. Llegó el turno de la disertación del Hno. Jean-Paul Valle de Colombia quien, generosamente y a pesar de la distancia, no quería perderse la oportunidad de estar cerca y alentarnos a profundizar sobre los valores pedagógicos de nuestro carisma. Su calidez, convicciones, testimonio y claridad fueron una caricia más para cada uno de nosotros.
Finalmente, reunidos en pequeños grupos, pudimos intercambiar, reflexionar y escuchar testimonios de docentes y hermanos de la provincia de América Austral, y así reafirmar que educar en valores imprime una actitud de servicio y compromiso más allá de nuestro rol.
En lo personal, afiancé mi identidad como docente de esta comunidad, donde lo esencial es la misión de ser como un faro que ilumina y guía la vida de los alumnos, a pesar de las limitaciones que nos acompañan a diario. En ella los valores que nos inculcaron los hermanos fundadores están presentes en nuestra interacción diaria con las personas.
La fe nos abre el camino y de ahí se desprenden otros valores como la responsabilidad, la humildad, el compañerismo, el perdón, la empatía, la escucha, el respeto, la aceptación, la solidaridad, la comprensión, la tolerancia, la confianza, la paciencia, el compromiso… para asumir nuevos desafíos que se presentan diariamente.
Este encuentro me permitió iluminar el camino, para renovar la tarea y seguir afianzando y compartiendo el CARISMA, esta gracia, don gratuito, para transitarlo guiada por la llama del Sagrado Corazón. Un Corazón lleno de amor, repleto de emociones, anhelos, ilusiones y sensaciones, que revelamos a través de las relaciones humanas.
Cada uno de nosotros es parte de la obra de este telar, que se teje con una mirada de fe y de amor, y todos los que pertenecemos a esta hermosa comunidad formamos el telar Corazonista. Somos hilanderos de este tiempo, somos un telar de esperanza, somos comunidad. ¡Ánimo y confianza!
Marcela A. Segovia
Nivel Inicial, Colegio M. Belgrano
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