Y nos volvimos a encontrar (Rencuentro SIC 2016)
Hace cuatro años, en julio de 2016, vivimos una experiencia única, maravillosa. Compartimos unos días en Francia, recorriendo y viviendo en “el lugar donde todo comenzó”, con un grupo de corazonistas de distintos países: Uruguay, Perú, Brasil, Colombia, España y Argentina. Allí entendimos el verdadero sentido de la expresión “carisma Corazonista”, allí nos dejamos abrazar por la calidez de ese fuego que comenzó a arder hace casi 200 años.
Recuerdo el último día de la Sesión Internacional del Carisma, después de un retiro fuerte donde el amor del Sagrado Corazón nos inspiró para descubrir, en cada uno de nosotros, la misión que se nos encomendaba. Ese día nos despedimos con la promesa de volver a encontrarnos pronto. Y el 8 de agosto lo logramos.
En plena pandemia, agotados por el trabajo que implica seguir acompañando a tantos niños y familias en estos tiempos de aislamiento, cuando el “hacer” nos quita todo el tiempo y la energía, recibimos la invitación. Y nos volvimos a encontrar. Otra vez el fuego del carisma ardió renovado en nuestros corazones. Saludos, risas, ¿y cómo te fue?, ¿qué hiciste en todo este tiempo?, ¿qué planes tenés para adelante? Las palabras que fueron dando respuestas a todas las preguntas, surgieron con fluidez, armando un nuevo dibujo, coloreando aquellas que se estaban borrando y aumentando el tamaño de las que tienen más valor en nuestra vida.
Reencontrarnos nos recuerda que no estamos solos, que el Sagrado Corazón siempre está con nosotros, que pertenecemos a una comunidad con fuertes lazos de fraternidad, que acompaña con un renovado compromiso de servicio y nos anima a pensar el futuro con ánimo y confianza. Llevamos en nuestro corazón el Corazón de Cristo, para contagiar con alegría nuestro carisma, seguir construyendo lazos de fraternidad y afianzar nuestra misión como educadores corazonistas.
¡Gracias! Gracias a todos los Hermanos que siempre están pensando en nosotros, y nos acompañan, guiándonos con tanto cariño en esta misión. Gracias por animarnos con alegría y sencillez, propiciando siempre el encuentro. Dios los bendiga. ¡Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío!
Silvia García, Venado Tuerto
