Orar por Internet, experiencia de los jóvenes misioneros de Temperley
Este año la cuaresma nos encuentra en un tiempo muy difícil: tener que quedarme en casa, sin poder ir a misa y participar de las distintas celebraciones, se me hace muy cuesta arriba.
En los últimos días, con el grupo misionero, estuvimos teniendo varias actividades para mantenernos unidos y animarnos unos a otros. Una de ellas fue el Rosario Internacional, una experiencia muy emotiva que tuvimos la oportunidad de compartir con hermanos de distintos países. Sentir cómo estábamos todos conectados a través de la oración fue muy fuerte, realmente se sentía la presencia de Jesús entre nosotros.
Además, junto con el grupo misionero de Venado Tuerto rezamos el rosario e, internamente los de Temperley, Laudes y Completas. Son momentos de oración en los que se genera un clima hermoso de reflexión y esperanza.
Sinceramente, todo esto me ayuda mucho en este camino hacia la Pascua. Es emocionante ver cómo, con lo poquito que podemos hacer desde nuestro lugar, se puede transmitir tanto.
Candela Allinghi
Desde mediados de marzo, ante la situación particular que vivimos, decidimos que no podíamos quedarnos de brazos cruzados. Así comenzamos a orar en comunidad Laudes y Completas. Creo que es una iniciativa muy hermosa porque nos permite seguir unidos en la oración frente a la adversidad: "si a nuestro lado está, ¿quién nos podrá enfrentar?".
Además, vimos posible seguir fraternizando con nuestros hermanos de todas partes del mundo. El Rosario Internacional fue una experiencia única. Arduo en su organización, pero muy poderoso en su mensaje, unidos en oración.
Creo que no nos tenemos que achicar frente a este escenario, menos en este tiempo de preparación para la Pascua. Por eso, el hecho de seguir rezando en comunidad me refleja la experiencia de Jesús frente al calvario y me motiva a fortalecer mi fe y a compartir la oración.
Nicolás Begue