Retiro anual de los hermanos de la Provincia
Entre los días 27 de enero y 1º de febrero de 2019 se llevó a término nuestro retiro anual, compartido por la totalidad de los hermanos residentes en Argentina y Uruguay, y que presidiera el Padre Pablo Caruso, sacerdote diocesano de San Justo, Provincia de Buenos Aires. Quien nos introdujo mediante sus pláticas y meditaciones en el misterio Eucarístico, fuente y cumbre de la vida cristiana, como tema excluyente del retiro.
Toda la temática estuvo fundada en la Sagrada Escritura y en el Magisterio de la Iglesia, acompañados del énfasis, pasión y convicción del predicador.
Rescatamos y recordamos “La Hora”, centro del evangelio de San Juan, manifestada en la Bodas de Caná como inicio y en “La Cruz” como glorificación en la oblación de Cristo al Padre por toda la humanidad. Entrega que se actualiza en cada Eucaristía y que nos invita a conformarnos en Él, en su Corazón abierto y eucarístico para la vida del mundo.
Nos dejó también cinco palabras para el crecimiento en la dimensión eucarística de la vida:
-“Totalidad”, en base al pasaje de la “viuda pobre”. Ella dio todo lo que tenía y en ella Jesús se vio reflejado en su itinerario vital de entrega, sin ninguna mezquindad.
- “Kénosis o abajamiento”, a ejemplo de “Zaqueo”, quien tuvo que descender para poder encontrarse con Jesús.
- “Perseverancia”, fundamentada en “la cananea” quien, a sabiendas de su falta de derechos, pide con la fe de un mendigo poder participar del banquete de la presencia del Señor.
- “Elevación”, enmarcada en la “tormenta calmada”. Allí Pedro es rescatado y elevado por la potencia del encuentro táctil con Jesús, ese encuentro corporal nos permite entender con sentido sobrenatural, elevado, todos los acontecimientos de la vida.
- “Gratitud”, en diálogo con “la mujer que enjuga los pies del Señor” como respuesta a su compasión oblativa.
Por último. el “camino de Emaús” nos sitúa como discípulos que más allá de toda decepción nos sabemos acompañados y revitalizados en la fracción del pan. Allí arde su Corazón y los nuestros para una mayor fraternidad en la misión de ser semejantes a ÉL, en el Kayrós de cada encuentro, de cada acontecimiento.
Que podamos transitar el presente año desde el altar eucarístico en el sagrario de cada corazón.