Testimonio del Hno. Juan Javier Galiana
Durante el pasado mes de enero tuvimos la dicha de recibir la visita del Hno. Juan Javier Galiana, de la Provincia de España. El Hno. Javier integró nuestra Provincia desde 1965 a 1993, así que el reencuentro con tantos Hermanos, docentes y exalumnos fue más que significativo. Le agradecemos su disponibilidad para compartir con nosotros algunas preguntas:
- ¿En qué años y en qué comunidades estuviste de Argentina y Uruguay? Después de más de veinticinco años de ausencia y aceptándome algún posible error diría que en Argentina estuve (incluyendo el “escolasticado”) desde 1965 a marzo de 1984; y también los meses de marzo a agosto de 1993. Y en Uruguay estuve desde marzo de 1984 a marzo de 1993.
Todos los años transcurrieron formando yo parte de la comunidad del Escolasticado (etapa de formación posterior a los primeros votos) y del Colegio Sagrado Corazón en Venado Tuerto, del Colegio Belgrano de Temperley, del Colegio Benito Nazar de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y del Colegio Sagrado Corazón del barrio del Reducto, en Montevideo (Uruguay).
- ¿Cuáles son tus principales recuerdos de aquellas épocas? La amistad y la entrega generosa de mis formadores y de algunos hermanos, auténticos generadores de confianza en la incomparable misión de educar.
- ¿Por qué decidiste regresar a España? Decidí regresar porque surgieron necesidades apremiantes y complejas que afectaron seriamente a mis padres (y familia en general) y después de no encontrar otras alternativas sin mi presencia. Lo bueno de todo eso es que se pudo compaginar viviendo todo en comunidad hasta el presente. Quizá sea bueno reflexionar – para que se me entienda mejor- en lo que nos dice Jesús por medio de Marcos 7, 9-13 (sobre la necesidad de honrar a los padres).
- ¿Y qué has hecho allí estos años? Un poco de todo. Los primeros años en Arévalo (Ávila) y en Madrid, ocupado en las clases; después entre Alsasua y Pozuelo me he “distraído” haciendo de monitor en autobuses escolares, de portero, de bibliotecario, de animador por la lectura, de limpieza de patios, jardines y salones, de mantenimiento de piscina, de acompañante al hospital o centro de salud… y en Valladolid (donde ahora estoy) intento “imitar” a Fray Escoba (aunque mi espíritu no llega a la suela de su zapato), ocupándome principalmente en barrer cada día el patio colegial… y en todo no olvidar lo que se nos dice en Lucas 17, 10.
- ¿Cómo surgió la idea de regresar de visita a América Latina? La idea de regresar a América Latina (pasado un largo cuarto de siglo) se generó por tres motivos igualmente determinantes:
o Porque el Directorio provincial autoriza a efectuar un viaje especial con motivo de las Bodas de Oro de cada hermano y que yo en su día personalmente me sentí obligado a postergar.
o Por estar informado de algunas situaciones que en los últimos tiempos están padeciendo en Argentina algunos familiares y desear acompañarles en sus dificultades.
o Motivado por revivir tiempos pasados e inolvidables: por la ilusión que no moría, por la entrega alegre en favor de la educación integral de las personas, por animarnos en la esperanza de que el Señor ya está más cerca… Y sobre todo por saludar cordialmente a los Hermanos. con los que compartí gozos y penas.
- ¿Cómo te has sentido durante esta visita? Me he sentido “como el pez en el agua”, gracias a la fraternidad mostrada de todos los Hermanos reencontrados en las comunidades de Lomas, Temperley y Benito Nazar; fraternidad alegre (y no sólo expresada en la belleza de los cantos de sobremesa, que no faltaron), sino traducida en gestos concretos y generosos que evocaron en mi memoria aquel testimonio del viejo Tertuliano (s.II) sobre la vida de los primeros cristianos: “¡Mirad cómo se aman!” Y en mi corta estancia en Montevideo, que como todos saben es mi debilidad, ver las mejoras de esta ciudad capital y las del colegio, y especialmente el rencontrarme con exprofesores/as
y exalumnos ha sido para mí, como dicen por aquí, “una gozada”, por el recuerdo y el cariño que por la comunidad Corazonista permanece en todos ellos a pesar del paso del tiempo.
- ¿Cuál crees que es la principal cualidad de las personas de Argentina y Uruguay? La principal cualidad de los argentinos es su simpatía inteligente, su humor es tan singular que toman en serio los chistes, aman tanto la contradicción que llaman “bárbara” a una mujer linda. La principal cualidad de los uruguayos es el trato sencillo, casi familiar. No temen la ridícula apariencia y valoran mucho la noble amistad. Son todo un sentimiento de autoestima positiva.
- ¿Quieres dejarnos un mensaje final, a modo de despedida? Suscribo lo que me dijo uno de mis exalumnos de Montevideo, Alejandro Korajais, en el encuentro que tuvimos en el colegio: “Los Hermanos, y en particular los Hermanos Corazonistas de Montevideo, realizan admirables acciones evangelizadoras que sorprenden por la relación de escasos recursos económicos y humanos con la gran obra de promoción humana y espiritual que realizan. Estos son frutos de una pobreza real. Esta es la garantía de la autenticidad de una vida entregada a los demás”.