Tres experiencias de Pascua Joven
En la pasada Semana Santa los jóvenes Corazonistas pudieron vivir de manera especial la Pascua en varios de nuestros colegios. Compartimos los testimonios de sus experiencias.
1. Pascua Joven diocesana en Lomas de Zamora. (Testimonio de Agustín Dicundo, exalumno y preceptor del colegio Manuel Belgrano)
Durante la pasada Semana Santa (del 29 de marzo al 1º de Abril) en muchas localidades del país se realizó la experiencia de Pascua Joven: Un retiro de impacto hecho por jóvenes y para jóvenes de entre 15 y 25 años, dónde se vive la experiencia pascual de una forma distinta a la que se acostumbra habitualmente. Es un momento para apartarse de la rutina diaria y encontrarse con Jesús, junto con otros jóvenes que también están buscando encontrarse con Cristo resucitado y construir una fe cada vez más ardiente y madura. En la diócesis de Lomas de Zamora (provincia de Buenos Aires), luego de algunas pruebas en varias parroquias, por primera vez se realiza a nivel diocesano. Comenzó el Jueves Santo por la tarde y finalizó el domingo de Resurrección con la Santa Misa. Los participantes pudieron vivir el misterio de cada día del Santo Triduo Pascual por medio de charlas, de desiertos (momentos de espiritualidad personal), de una experiencia de misión y de las celebraciones de todos estos días. Los jóvenes que participaron quedaron muy contentos con la experiencia. Además de nuevas amistades, que se dieron a través del encuentro y trabajo con otras personas de su misma edad, recibieron la invitación a integrarse a alguna comunidad eclesial, aquellos que no lo hacían, o reafirmar su pertenencia los que sí. Durante el encuentro se hizo notar tanto en los participantes como en el equipo organizador la alegría del resucitado que tanto nos caracteriza a los cristianos.
2. Pascua Joven Corazonista en Venado Tuerto. (Testimonio de Juan Todarello, exalumno del Colegio Sagrado Corazón de Venado Tuerto)
215 jóvenes vivimos esta Pascua en comunión con Jesús. Personalmente, y seguramente hablando por todos, se vivieron cinco días de gracia, cinco días donde Dios susurró, habló y hasta gritó en cada uno de nosotros. Porque la Semana Santa no resultó ser cualquier semana del año, resultó ser una semana de interioridad, compañía y de Pascua. Se nos invitó a meternos en nuestras propias entrañas, a rumiar el corazón, que a veces tanto lo dejamos de lado. Fue una semana de compañía porque nos situamos ahí, acompañando a Jesús, acompañando su lado más humano, de sufrimiento, dolor y agonía. Fue por su lado más humano que logramos figurar esos rasgos de dolor en nuestra propia vida. Logramos hacernos pequeños frente a un Dios que resultó también ser Padre, un Padre que no abandona, porque esa es su esencia. Fue Pascua, porque se dieron pasos: pasos cortos, pasos
largos… pero cada uno de ellos nos acercaron más a este Dios, que a veces no entendemos, que a veces no logramos interiorizar, pero que muy dentro de nuestro corazón es un Dios que queremos lograr escuchar. Lo que siento ahora, habiendo pasado ya algunos días, es que Jesús nos sigue llamando a vivir esta Pascua con Él, cada año, cada día. Porque no es un misterio fácil de entender y lo va a seguir siendo, pero en esta Pascua nos invita a apagar un poco el motor de arriba, la cabeza, y encender un poco más el motor del pecho, el corazón, para que podamos usar SU lógica, la lógica del amor, la lógica de todo evangelio.
“Habiendo amando a los suyos se entregó, y los amó hasta el extremo”
3. Pascua Joven Corazonista en Montevideo. (Testimonio de Josefina Rognone, exalumna del Colegio Sagrado Corazón de Montevideo)
Dos semanas antes de que llegara el día de la Pascua Joven, el hermano Emilio envió la invitación. Después de leerla enseguida confirme que iba a ir porque no hay muchos momentos como estos, estaba segura de que iba a ser una muy buena experiencia. No estaba equivocada, pasamos un día y medio muy intenso. Como exalumna a veces necesito de estas instancias, ya que en donde estudio ahora no hay actividades como estas y de verdad que hacen bien. Fue en estos días que entendí realmente el significado de la Pascua y realmente la viví como tal. Conocí gente nueva y formé nuevos vínculos, porque es lo que pasa en este tipo de actividades. Pero lo más importante (y lo que yo estaba necesitando): me encontré con Dios, entendí muchas cosas y pude fortalecer ese vínculo con Él. Me fui extremadamente feliz, me sentí como hacía mucho no me sentía y hoy tengo mucho más presente a Dios en mi vida, hoy lo siento parte de mí y confío en Él.