Semana Santa: ¡Vamos al encuentro del Señor!
Hemos comenzado la Semana Santa, la “semana mayor” del año para quienes queremos seguir a Jesús. Ojalá que podamos vivirla intensamente, acompañando a nuestro Señor en cada paso, hasta la cruz… ¡hasta la Resurrección!
¡Vamos al encuentro del Señor!
«Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad».
Vienes, Señor, en un burrito,
cabalgando victorioso por la verdad y la justicia,
por la misericordia y el perdón.
Caminas, Señor, imparable hacia la Pasión.
Entras, Señor, en la ciudad,
humilde y pobre, manso y cercano.
Muchos salen a tu encuentro aclamándote Rey y Mesías;
pero lo tuyo, Señor, es el silencio, la sencillez y la entrega.
Quiero salir a tu encuentro,
con el firme propósito de acompañarte hasta el final.
“Antes de la fiesta de la Pascua,
sabiendo Jesús que había llegado su hora,
habiendo amado a los suyos,
los amó hasta el extremo”.
Señor, das tu vida por mí.
Soportas mis quejas infinitas
y aguantas mis rebeldías inútiles y sin sentido.
Condúceme a través de la oscuridad de mi fe,
a la gloria de la resurrección.
Convierte, Señor, el leño de mi dolor en árbol de vida,
porque “no he de morir, viviré para contar
las hazañas del Señor y para cantar las maravillas
que has realizado en mí”.
Por eso, Señor, unido a tu Pasión,
quiero animar, consolar y ayudar a mis hermanos.
Enséñame, Señor, a ser obediente
y a tener paciencia y esperanza
ante todo lo que me suceda.
Tu amor inundará este mundo, que es mi mundo,
y cubrirá mis heridas y el dolor de mis hermanos.
Abre, Señor, de par en par la puerta de tu Corazón,
para que el río de la vida, liberado con tu entrega,
me arrastre y me devuelva al regazo de Dios,
mi Padre y Señor.