Inauguración del Museo Corazonista
Desde hace muchos años el Hno. Mario Gassmann ha unido su pasión por la historia y su amor por el Instituto, dedicándose a rescatar objetos significativos de los diversos centros educativos Corazonistas (pasados y actuales), así como de las comunidades de hermanos y de los hermanos difuntos. Ya en el año 2002, con motivo de celebrarse los 75 años de la llegada de los Hermanos a América Latina, el Hno. Mario armó un “museo itinerante que recorrió los diversos colegios.
Hoy, al cumplirse los 90 años de presencia Corazonista en nuestro continente sudamericano y en el Río de la Plata, podemos asistir a la concreción de este mismo Museo Corazonista, acrecentado en su contenido, y ahora con “sede propia”. El mismo se bendijo e inauguró el domingo 17 de septiembre en la zona de pastoral del colegio Manuel Belgrano de Temperley.
Está organizado en tres salas que recogen los tres aspectos esenciales de la vida de los Hermanos y las obras educativas: la vida comunitaria fraterna (sala roja), la vida en la misión educativa (sala verde) y la vida espiritual (sala dorada). En cada una de ellas encontramos multitud de objetos debidamente identificados y explicados, además de dispuestos con muy buen gusto.
Click en la imagen para ver el álbum completo:
En la inauguración del Museo el Hno. Provincial nos señalaba los principales objetivos del mismo:
Es un homenaje de alabanza a Dios que nos acompaña en la historia y se hace presente en el corazón de cada uno. Son recuerdos de familia donde siempre se ha hecho viva la presencia del Espíritu. Seguramente en muchos casos son elementos que se han convertido en reliquias de santos que han caminado junto a nosotros.
Al inaugurar de una forma estable el museo buscamos profundizar el espíritu de pertenencia y la identidad Corazonista. Cada uno va a encontrar algo con qué identificarse. Existen recuerdos, que volvemos a pasar por el corazón, que explican o nos ayuda entender el hoy de nuestras vidas.
Es un homenaje a todos los que nos han precedido en la tarea de educar y nos comprometen para vivir de una forma particular en medio de la sociedad que nos toca.
Es una ayuda para seguir mirando hacia adelante con esperanza. Seguros de que es el Señor el que construye la casa y educa junto a nosotros.
Es un agradecimiento a todos los que hoy recorremos el museo o lo recorrerán en el futuro y esperamos que sean vivos propagadores de la obra Corazonista. Todos estamos comprometidos a seguir escribiendo esta historia de amor. A partir del fuego del amor de Dios somos instrumentos para que otros muchos sientan el llamado a seguir a Cristo, vivan la vocación a la fraternidad y la entrega al servicio de los niños y jóvenes.
Creemos que el museo es una referencia para replantearnos cómo vivimos la misión y renovar nuestro compromiso de seguir a Cristo.