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Santa Teresa de Calcuta


El domingo 4 de septiembre, en el marco de este Jubileo Extraordinario de la Misericordia, en la Plaza de San Pedro y ante 120.000 personas, el Papa Francisco canonizó (es decir, declaró santa) a la Madre Teresa de Calcuta. Para todos los que vivimos el final del siglo XX, lleno de tensiones y conflictos, la suya fue una figura entrañable e iluminadora.


Su fiesta litúrgica se festejará desde el día de hoy (o mejor dicho, se seguirá festejando) cada 5 de septiembre, fecha de su muerte.


En ella se hizo realidad aquello de que Dios elige a los pequeños y humildes para grandes obras. Con asombro vimos crecer la estatura espiritual y la fama de aquella pequeña religiosa albanesa, que vivía en una remota ciudad de la India.


Y su testimonio fue tan claro y contundente que recibió el reconocimiento unánime de todas las personas, creyentes o no creyentes, humildes o importantes… todos quisieron a aquella “monjita” que nos recordaba con cada gesto que Cristo se identifica con el pobre y el sufriente, y que allí debemos servirle.


Los Corazonistas tenemos mucho que aprender de ella y podemos sentirnos especialmente conmovidos por esta frase suya:


“De sangre soy albanesa. De ciudadanía, India. En lo referente a la fe, soy una monja Católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo. En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús”.


Pidámosle que interceda por nosotros ante ese Corazón de Jesús tan amado por ella, para que nos abramos cada día más a la misericordia de Dios y podamos transmitirla al hermano necesitado.


Con este video podemos recordar los principales acontecimientos de su vida:

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