Pascua Joven en Venado Tuerto
La pasada Semana Santa, en diversas comunidades Corazonistas, se organizaron actividades especialmente para que los jóvenes pudieran vivir verdaderamente la resurrección del Señor. Tomás Barbey, exalumno, nos cuenta sobre la multitudinaria Pascua Joven que se llevó a cabo en el colegio Sagrado Corazón de Venado Tuerto, desde el miércoles 23 de marzo a las 18:00hs, hasta el domingo 27 a las 12:30hs.
Para su organización nos dividimos de la siguiente manera: Los coordinadores generales, que se encargaban de organizar las actividades que se llevaban a cabo y preparaban todo para la Pascua; los coordinadores que guiaban grupos reducidos de unos 10 chicos cada 2 coordinadores y los acompañaban en todo momento; los servidores, que se encargaban justamente de servir o ayudar en todas las tareas que hicieran falta, como por ejemplo limpiar los baños, servir la comida, etc; la pastoral de la escucha y el acompañamiento espiritual, que eran personas formadas con las cuales te podías acercar a conversar en cualquier momento del día para hablar sobre el tema que quisieras; la gente de la cocina, que eran voluntarios (mayoritariamente padres o familiares de los que organizaban la pascua). También ayudaron a que se lleve adelante la Pascua diferentes sacerdotes y laicos que realizaban diferentes actividades o confesaban. ¡Ah, me olvidé del coro! que estuvo muy presente siempre también. Por último los “pascuantes” (chicos que realizaban el retiro), en total éramos alrededor de 250 chicos de distintas edades, de 16 a 22 años más o menos.
En cuanto a mi vivencia personal Dios volvió a mostrarme, como tanta otras veces, que si hacemos las cosas por Él, con Él y para Él, nada puede salir mal. La Pascua fue indescriptible. Particularmente lo viví desde el lugar de coordinador y me sorprendí minuto a minuto como obraba Dios sobre todos nosotros. Tanto sobre los pascuantes, los coordinadores, los organizadores, ¡todos! Se vivió un clima increíble. Sinceramente me sorprendió, ya que era la primera vez que se hacía una Pascua tan grande en Venado Tuerto. Se sentía una paz, una tranquilidad... la gracia del Espíritu desbordó el retiro. La muerte y resurrección del Señor se vivieron de una forma increíble, que verdaderamente se sintió en el interior de cada uno de los chicos.
¡Una experiencia hermosa! Súper feliz de haberlo vivido. Me pude conocer un poco más, crear amistades en Cristo y acercarme más a Jesús. Pude sentir las palabras del Centurión, inclinar la cabeza y decir "Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme".