Los signos del Año Santo
En cada Jubileo o Año Santo, la Iglesia dispone de medios especiales para hacernos sentir más cercana la presencia de Dios. Te los contamos a continuación:
1. LA PUERTA SANTA
En cada ciudad el Obispo de la diócesis dirá cuáles son las iglesias que serán consideradas como lugares santos durante ese año. No es que la puerta de estos lugares sea mágica y que al pasar por ella se te perdonen automáticamente los pecados. Sino que pasar por la puerta santa significa confesar públicamente que reconoces a Cristo como Salvador y que estás dispuesto a dejar atrás el pecado y entrar a una vida nueva.
2. LA PEREGRINACIÓN
La peregrinación es un signo de conversión (cambio), es moverte del estilo de vida que llevas, a otro diferente, más cerca de Dios. La peregrinación puede ser: A Roma (visitando alguna de las cuatro basílicas patriarcales), a Tierra Santa (visitando alguna de sus basílicas), a la Iglesia Catedral de cada ciudad o a las iglesias locales que designe el Obispo. En un año santo, puedes organizar una peregrinación con tus familiares, tus amigos, tus compañeros de trabajo, a visitar la Catedral de la ciudad en la que vives y cruzar la puerta santa.
3. LA INDULGENCIA
Cuando tú pecas además de hacer daño a los otros, te separas de Dios. Con el sacramento de la reconciliación recibes el perdón de Dios y recuperas la unión con Él. Este perdón Dios te lo da gratis y supone que tendrás un cambio real en tu vida y que estás dispuesto a reparar aquello que has descompuesto con tu pecado. Pero esto muchas veces no es posible, pues es difícil reparar el daño cometido, entonces el pecado (aunque ya esté perdonado en la confesión) deja sus secuelas en tu corazón. La Iglesia, en los Jubileos, otorga “indulgencias plenarias”, que es como si Dios reparara todo aquello que fue dañando tu corazón y alejándolo de Dios y te devuelve a la relación más cercana con Dios, como fue el día de tu Bautismo. Para obtener esta indulgencia es necesario reconciliarse con Dios mediante el sacramento de la confesión, comulgar y orar por las intenciones del Papa.