El Hno. Policarpo nos habla - Agosto
Hoy compartimos con ustedes algunas frases extraídas de cartas del Hermano Policarpo. En ellas podemos ver cómo daba importancia a la unión profunda de cada Hermano con el Corazón de Jesús
No olviden que todos ustedes son Hermanos del Sagrado Corazón y que, en calidad de tales, deben arder en las mismas llamas que lo consumen.
El celo de la gloria de Dios y la salvación de las almas: tal es el fuego que lo devora; ese horno encendido debe abrasar también sus corazones...
¡Ah, quién me diera introducirlos en lo íntimo del Corazón adorable de Jesús y entrar allí con ustedes para ser abrasado y consumido en las llamas de la divina caridad! Yo lo haría encantado; y pienso que entonces tendrían de qué mostrarse agradecidos...
Si les parece, nos daremos cita en el divino Corazón por la mañana y la tarde en el rezo del oficio y en la santa misa, que trataremos de oír con los sentimientos del más puro amor. Arréglenselas para no faltar...
Ruego al Sagrado Corazón de Jesús que provoque un incendio en el de ustedes para consumirlo en el fuego celestial y aniquilar cuanto en él pueda existir de afecto por la criatura.
Unan sus oraciones a las mías y pidan al Salvador que les conceda un lugar en su Corazón sagrado, a fin de que puedan fijar en Él su morada para siempre y sea su lugar de refugio, sobre todo, en tiempos de combate y desolación.
Acabo, mis buenos y amadísimos Hermanos, recomendándoles la unión y la caridad. Sí, vivan de manera que su pequeña comunidad parezca estar compuesta por una sola persona. Que no exista entre ustedes más que una sola voluntad y un solo juicio.
Estén todos animados por el espíritu de Dios. Que el celo de su gloria los abrase y los consuma. Si desean procurarme algún consuelo, vivan como perfectos religiosos. Sirvan al Señor en espíritu y en verdad.
Permanezcan muertos y crucificados al mundo y a todo lo que es del mundo... Recen por su Congregación y por quien sigue siendo, en Nuestro Señor, todo suyo en la vida y en la muerte.