MISIÓN
La educación cristiana está a menudo ligada
a la escolarización y al desarrollo cultural.
Impregna de espíritu evangélico la vida de la escuela.
Nuestro papel de educadores de la fe se ejerce sobre todo por la catequesis,
que lleva a los jóvenes a una adhesión clara e íntima a la persona de Cristo.
Para alcanzar esta meta y suscitar en ellos una renovación interior
es esencial mantener una relación dinámica con el Señor y con los jóvenes.
Regla de Vida, Art. 158
Para un Corazonista educar es evangelizar y evangelizar es educar. Queremos brindar una educación que ayude a crecer a la persona en todas sus dimensiones, pero con la conciencia que la que unifica a todas las demás es la dimensión trascendente, es decir, la fe.
Todas las acciones que suceden en el colegio (estudio, deporte, expresiones artísticas y culturales, encuentros, actividades solidarias, campamentos, grupos juveniles…) están ordenadas al sentido último de nuestra misión: favorecer el encuentro de los niños y jóvenes con Dios.
Para llevar adelante esta misión necesitamos escucharlo siempre a Él, para que alimente nuestro amor y nos sostenga. Necesitamos también escucharlos siempre a ellos, para poder conocer sus vivencias y anunciarles a Dios, que quiere transformar su corazón.